Descubre las leyendas de la Ruta Moche en Perú

11/01/2015 | 16:30 | Según el último estudio del Turista Extranjero que realizó Promperú, el 80% de los argentinos que visitan el país andino, lo hacen con el objetivo de hacer Turismo Cultural.
 

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El “Perfil del Turista Argentino” que elabora Promperú todos los años identificó que los argentinos visitan el Perú principalmente con el objetivo de realizar turismo cultural. De este modo, La Ruta Moche que recorre la historia de culturas preincas se presenta como una opción para un gran porcentaje de turistas.
 
Se conoce como Ruta Moche al circuito turístico de más de 200 km ubicado en la costa norte del Perú, que comprende a las regiones de Lambayeque, La Libertad y Ancash y que nos ayuda a descubrir el rico pasado de antiguas culturas anteriores a los incas: Chimú, Mochica y Sicán.
 
Realizar el tour del circuito norte del Perú brinda la posibilidad de encontrarse con un mágico pasado de imponentes templos decorados y entierros reales de soberanos que dejaron huella en esta parte del continente para sorpresa del mundo.
 
Uno de los hallazgos arqueológicos más importantes es la Tumba Real del Señor de Sipán, descubierta en Lambayeque por el arqueólogo Walter Alva en 1987, y que muestra en su máxima expresión la grandeza mochica. El Señor de Sipán fue un antiguo gobernante del siglo III d.C, un gran monarca cuyo dominio abarcó una zona del actual Perú. Se considera como uno de los entierros más fastuosos jamás descubiertos en el Perú ya que el sacerdote se encontraba cubierto de oro, plata, cobre y piedras semipreciosas.
 
Asimismo, el sitio arqueológico de El Brujo, ubicado en La Libertad, se destaca por sus pinturas murales profusamente decoradas y pintadas. Después de años de paciente excavación, en el 2005, se encontraron los restos de una misteriosa mujer que ostentaba en su entierro los mismos signos de poder que los soberanos varones y que fue bautizada como la Señora de Cao, quien murió prematuramente antes de los 30 años, aproximadamente en el 450 d.C. Su perfecto estado de conservación permite ver imágenes arañas y serpientes tatuadas en el brazo, además de collares y pendientes.
 
Por otra parte, la Huaca de la Luna (Trujillo) es una de las más esplendorosas joyas de la arqueología peruana, principalmente, por sus exquisitamente decorados murales en donde destaca el dios Ai Apaec o "Degollador". 

El proceso de restauración por parte de los arqueólogos los llevó a ser reconocidos, en el año 2005, con el "IV Premio Reina Sofía de Conservación y Restauración de Patrimonio", otorgado por el gobierno español a través de la Agencia Española de Cooperación (AECI).
 
A pocos minutos de la ciudad de Trujillo se encuentra Chan Chan, la urbe de barro más grande del mundo, reconocida como Patrimonio Cultural de la humanidad por la UNESCO. Fue construida por los arquitectos de la cultura Chimú, que se desarrolló entre los siglos IX y XV d.C. Se estima que habitaron en ella cerca de 60 mil personas.
 
Otra de las evidencias de la grandeza de estas culturas se puede hallar en Túcume (Lambayeque) donde se hallan los restos erosionados de más de 26 pirámides y un museo de sitio. Cerca de Túcume se encuentra el Museo de Sicán  uno de los más interesantes del norte del país. Este rescata los últimos descubrimientos de dicha cultura existente entre 750 – 1,375 d.C.
 
Según “El Perfil del turista Argentino” elaborado por Promperú, dentro del 80% de los turistas argentinos que visitan el Perú para realizar turismo cultural, un 59% llegan principalmente para visitar museos y sitios arqueológicos. Por lo tanto, la Ruta Moche es  un destino altamente recomendado para los argentinos.
 

Las leyendas también son gastronómicas
 
Al estar bañada por las costas del Pacífico, la Ruta Moche se posiciona también como uno de los lugares con mejor gastronomía dentro del Perú. Muchos de los manjares de la zona provienen de tiempos milenarios y otros poseen tradición colonial. 

De este modo, por ejemplo, es posible degustar deliciosos platos, como la sopa teóloga con caldo de gallina con pan, papas, leche y queso, saborear una sangre de pantera realizada con jugo de cebiche y naranja agria y de postre terminar con un King Kong, un dulce típico del lugar.
 
Entre las playas imperdibles de visitar se encuentran Pimentel y Huanchaco, donde aún se ve a los pescadores artesanales montar las milenarias embarcaciones conocidas como “caballitos de totora”, así como Chicama, que tiene la ola izquierda más larga del mundo y Pacasmayo, un balneario ideal para los amantes del surf, kitesurf y windsurf.



 

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