Los secretarios generales de los cinco gremios aeronáuticos dejaron abierta la posibilidad de aplicar el derecho a huelga para que ningún avión vuele tras un pedido de 35 por ciento de aumento salarial.

Por su parte, Recalde ofreció un aumento del 16 por ciento en febrero y otro del 12 por ciento en diciembre, y alertó con que un alza mayor podría poner en juego la salud financiera de la compañía, estatizada en 2008.

Recalde había advertido a los gremios que compañías como TAM y Gol "hicieron tremendos ajustes de personal con despidos y reducciones salariales. LAN también, aunque se diga menos. Incluso muchas aerolíneas directamente cerraron. Nosotros, como empresa estatal, no usamos esa variable para ajustar los números", añadió al respecto.

De la conferencia participaron también Rubén Fernández, secretario general de la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales (UPSA) y Pablo Biró, de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA). También fueron parte Juan Pablo Brey, de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA); y Alejandro Botana, de la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA) que agrupa a los pilotos de la firma Austral, parte del holding Aerolíneas Argentinas.

Biró señaló que la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo rige sobre los sindicatos APLA, UALA y AAA y vence hoy, que habrá una nueva mesa de diálogo en la cartera laboral: "Va a depender de las actuaciones del ministerio que el jueves 11 vuelen los aviones", sostuvo.