Estas actividades dejan una derrame económico conjunta de cinco mil 359 millones de pesos mexicanos (más de 3.300 millones de pesos argentinos). En la Riviera Maya, de los 378 hoteles que operan, 30 están especializados en los casamientos, los cuales se concentran en cinco cadenas: Hoteles Dorado, Palace Resort, Gran Velas, Secrets y Paradisus.

El presidente del grupo AM Resorts, Gonzalo del Peón, dijo que las bodas de destino han tenido un crecimiento exponencial en México y se han convertido en un segmento defensivo ante la crisis económica y las temporadas de baja.

En sus hoteles de Riviera Maya, Puerto Vallarta y Los Cabos, los casamientos representan entre el 10 y el 15 por ciento de sus ingresos anuales, por lo que se han especializado en turismo de romance, incluidas primeras y segundas lunas de miel.

Mientras que según estimaciones del director general de Iberostar, Jordi Solé, el segmento de bodas ha crecido en los últimos años a un promedio de 10 por ciento interanual en sus hoteles de Riviera Maya y Cancún, donde se realizan alrededor de 500 bodas.

En tanto, el cuatro por ciento de los ingresos de la cadena los aportan congresos y convenciones, y el ciento por ciento, los casamientos. El estudio “Turismo de Romance” de la Sectur revela que el 54 por ciento de las bodas atrae de 20 a 50 personas en promedio; el 29 por ciento, hasta 19 invitados y el siete por ciento lleva más de cien turistas, el resto, entre 51 y 99.

Además de las bodas exóticas a la orilla del Mar Caribe, los turistas eligen lugares coloniales más tradicionales, como San Miguel de Allende y Oaxaca. La directora de Fomento Económico y Turístico de San Miguel de Allende, María José Garrido, expresó que han logrado posicionarse como el destino colonial número uno en bodas. En esa ciudad se realizaron 416 casamientos durante el 2013.