El incendio que comenzó los primeros días del año en Moquehue y Ruca Choroi y, que hasta el momento arrasó con más de 1000 hectáreas de árboles y flora nativa, consumió también zonas de pastoreo y veranadas de comunidades rurales y mapuches que residen en la región de la provincia neuquina.

Teniendo en cuenta la gravedad del desastre y tanto así las pérdidas como la amenaza que rige en la zona, el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, declaró el "estado de emergencia y alerta máxima". 

La medida alcanza a las zonas de Ruca Choroi y los lagos Pilhué y Ñorquinco, del departamento Aluminé, ubicado a 320 kilómetros de la capital provincial e incluye la creación de un comité para la atención del incendio en ese departamento.

Asimismo, la norma pone a disposición del comité de emergencia a todos los organismos descentralizados, las empresas, sociedades del estado y toda organización empresarial en la que el Estado tenga participación mayoritaria en el capital o en la formación.

Por su parte, la dirección provincial de Defensa Civil comunicó a través del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), que el incendio se encuentra “contenido y controlado”. 

Sin embargo, rige la preocupación por nuevos focos y además se destacó que en la zona de Pilhué se detectaron aproximadamente 170 hectáreas afectadas, con un avance del fuego hasta la zona de Coloco, donde se necesitó apoyo aéreo.